Cepillo de dientes eléctrico vs cepillo manual: ¿cuál es mejor?
Cuando vamos a elegir un cepillo de dientes, podemos tener ciertas dudas sobre cuál será el más apropiado y eficaz para nuestra boca. Tanto el cepillo manual como el eléctrico pueden ser similares en eficacia durante la limpieza dental, siempre y cuando los utilicemos de manera correcta, con la técnica adecuada y durante el tiempo necesario.
El primero de los dos puntos fundamentales a la hora elegir un cepillo de dientes adecuado está basado en el material. Las púas deben ser de nylon y de puntas redondeadas, con el fin de no dañar el esmalte de las piezas durante la limpieza. Por esta misma razón y mientras el odontólogo no indique lo contrario, se aconseja elegir un cepillo ‘suave’, atendiendo a los distintos niveles de dureza disponibles en el mercado. La razón es que los cepillos más fuertes pueden dañar las encías y hacerlas sangrar.
La otra cuestión más relevante se refiere al tipo de cepillo de dientes: ¿manual o eléctrico? Ambos pueden ser igual de eficaces, aunque estudios recientes han demostrados que los eléctricos pueden ser más eficaces y efectivos a la hora de eliminar la placa.
Ventajas del cepillo eléctrico sobre el manual
Como hemos comentado, el eléctrico va a ser más eficiente, pero ¿cuáles son las razones? Te las contamos:
- La velocidad de giro del cabezal hace que la limpieza dental se complete en menos tiempo que con el manual.
- No es necesario apretar tanto para eliminar la placa bacteriana y previenen mejor la gingivitis y mejoran la salud bucal a largo plazo.
- El cepillado se realiza con mayor comodidad.
- Facilita a los niños el hecho de cumplir con la obligación de lavarse los dientes, ya que lo consideran divertido y esto les motiva a hacerlo.
- Está demostrado que el cepillo eléctrico elimina más cantidad de placa que el manual.
- Facilitan la técnica correcta, ya que algunos cepillos de este tipo incorporan tecnología que indica si estás aplicando demasiada presión o si estás cepillando durante el tiempo recomendado.
- Algunos cepillos eléctricos ofrecen diferentes modos de limpieza para adaptarse a las necesidades individuales, como modos de blanqueamiento, de cuidado de encías, etc.
Factores a tener en cuenta a la hora de elegir un cepillo eléctrico
En el caso de que optemos por utilizar el cepillo eléctrico, es conveniente tener en cuenta una serie de factores:
- Los cabezales deben cambiarse cada tres meses para que mantengan su eficacia, algo que también ocurre con el manual.
- Los más aconsejados son aquellos que disponen de botón de parada y temporizador, que avisa cuando debe cambiarse a otro cuadrante de la dentadura.
- En el caso de padecer enfermedad periodontal conviene no utilizarlo hasta que se haya resuelto el problema, ya que la fuerza rotatoria del cabezal puede hacer que se retraiga la encía.
Cómo cuidar el cepillo de dientes
Otro de los aspectos relevantes para el cuidado de la limpieza bucal es el mantenimiento del cepillo de dientes. Para evitar que se acumulen en él las bacterias, la limpieza y la conservación cuando no se usa, deben seguir una serie de pautas.
- Limpieza: lo recomendable es lavarlo muy bien con agua después de cada uso y dejar que se seque al aire libre, ya que la humedad facilita la acumulación de microorganismos. También es aconsejable mantenerlo vertical en un vaso o un portacepillos.
- No compartirlo: utilizar el cepillo de dientes de otra persona supone un riesgo de contraer cualquier tipo de infección y, en este sentido, es primordial enseñar a los niños a no hacerlo.
- Almacenamiento: mientras no se usan, no deben guardarse en recipientes cerrados, ya que de esta forma, se mantiene la humedad y se facilita el crecimiento de las bacterias. Tampoco deben estar en contacto con otros cepillos de dientes.
- Cambio de cepillo: cada tres meses hay que cambiar de cepillo (manual) o de cabezal (eléctrico). También debe cambiarse cuando las cerdas aparecen dobladas.
Lavarse los dientes de manera efectiva
Lavarse los dientes de manera efectiva es crucial para mantener una buena salud bucal. Aquí te ofrecemos algunos consejos para asegurarte de que estás cepillando tus dientes de la mejor manera posible.
En cuanto a la frecuencia, se recomienda cepillarse al menos dos veces al día, preferiblemente por la mañana y por la noche. Esto ayuda a eliminar la placa y prevenir problemas dentales. Sobre la duración, debemos hacerlo durante al menos dos minutos en cada sesión. Muchas personas no alcanzan esta duración, por lo que puede ser útil usar un temporizador o un cepillo de dientes eléctrico que lo incorpore.
Sobre la técnica de cepillado, hay que utilizar un cepillo de dientes suave o medio para evitar dañar las encías y el esmalte dental. Colocar el cepillo en un ángulo de 45 grados hacia la línea de las encías; realizar movimientos cortos y suaves, cepillando cada diente individualmente, y no olvidar cepillar la lengua y el paladar, para eliminar las bacterias que pueden causar mal aliento.
Por otra parte, el uso del hilo dental es esencial para limpiar entre los dientes y debajo de la línea de las encías, donde el cepillo no puede llegar fácilmente. En cuanto al enjuague bucal se puede utilizar sin alcohol para ayudar a eliminar bacterias y refrescar el aliento. Sin embargo, el enjuague bucal no debe reemplazar el cepillado y el uso de hilo dental.
La última de nuestras recomendaciones, y no por ello, menos importante, es que hagamos visitas regulares al dentista. Aunque mantengamos una buena rutina de cuidado bucal en casa, es importante programar chequeos dentales regulares para asegurarte de que no haya problemas no detectados.
